martes, 20 de octubre de 2009

¡QUEREMOS LUZ!


Foto: Alejandro Meléndez

Comentario en Radio Educación, martes 13 de octubre 2009.

Jorge Meléndez Preciado

El primer asalto lo ganó claramente Felipe Calderón.

Supo poner a millones en contra del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME). Radio y televisión, más infinidad de gacetilleros dieron a conocer una serie de anomalías que ocurren en la compañía de Luz y Fuerza del Centro. Todas, sin variar, atribuidas a los trabajadores como si la empresa fuera una señora piadosa y austera. Pero ya sabemos que en estos tiempos el linchamiento es lo característico para expiar culpas y granjearse amistades efímeras.

Nadie hubiera apostado a que una manifestación, gigantesca, multitudinaria, festiva e irreverente, cambiaría una decisión que aparecía como la de quien trata de poner orden cuando la desbandada es lo singular.

Dice bien Vicente Verdú en su más reciente libro: El capitalismo funeral (Anagrama): “La crisis no ha desencadenado aún grandes manifestaciones populares, pero ¿quién duda que las habrá?”. Agrega: “¿Para lograr algún resultado eficaz? No es probable”. Y sentencia: “pero va dando a luz una nueva época en la que la masa, en vez de hallarse apoltronada y obediente, se incorpora a la protesta”.

Esa masa que había sido bombardeada por los medios de difusión, columnistas que en lugar de reflexionar repiten consignas visibles, funcionarios que se burlan de los humillados o, cuando más, les proporcionan limosnas sexenales; ellos, los más, se mueve con dificultades. Producto también, no hay que soslayarlo, de una izquierda que ha lucrado más para sí o sus egos personales que intentar elaborar para salir del hoyo en que estamos metidos.

Izquierda- si se vale el término- que hace años no intenta hacer plurales los medios de difusión para evitar que unos cuantos nos quieran imponer el camino. Desde Cuauhtémoc Cárdenas varias organizaciones y personajes han insistido en una ley de medios- aunque hay una iniciativa del extinguido PCM en 1979- pero los diferentes candidatos y diputados que supuestamente luchan por la liberación nacional han visto con desdén o miedo.

En esta ocasión dio resultado la gran marcha, quizá debido a que la crisis es tan profunda e inevitable que muchos detractores de los trabajadores electricistas asistieron a su encuentro. Pero resulta anacrónico, por decir lo menos, querer vencer con volantes a las pantallas que se enlazan. Que es necesario ponerse el día, lo mostró hasta el refractario de Andrés Manuel López Obrador, quien ahora ya usa Twitter. Con tan buen resultado: en horas tenía saturada su frecuencia.

Claro, antes varios han intentado entrar a la red de redes, mandar sus propagandas por computadoras y hasta movilizar a la gente a través de celulares. Pero los jóvenes, especialmente, no hacen caso a dichas informaciones. ¿Por qué? Debido a que ellos se empatan con aquellos que les hablan “la neta”, quienes escriben de sus anhelos y angustias, de sus vibras y sus fracasos, su pares. No con los políticos que únicamente lo hacen por oportunismo.

En la campaña pasada, un grupo nos acercamos, nuevamente, al PRD. El falso de Jesús Ortega dijo que le interesaba el asunto y a los pocos días ni siquiera contestaba las llamadas. Buscó profesionales del caso y el fracaso está a la vista. Era obvio, querer tener empleados que dialoguen en lugar del político, lleva a la ruina. Algo que debe tomar en cuenta AMLO. O se capacita y acepta las quejas de los otros o el juguete será de corto tiempo, igual que una réplica china.

Obama sigue mostrando que no fue ocurrencia de un día. El ejemplo abruma pero alecciona.

El SME ganará algo en la negociación. ¿Por qué no insistir que el triple play sea para uso común? Basta ya de que empresarios y cabilderos se enriquezcan. Como en Argentina- bien, Cristina- debe haber un sector social que pueda entrar sin costo a difundir sus ideas, propuestas, adicciones, etc. Parafraseando a Voltaire, es indispensable alentar la discrepancia.

El triunfo no es únicamente del SME, le corresponde a los necios que durante años han luchado por manifestarse, incluso ofrendando la vida de sus amigos, compañeros, amantes. Pero las nuevas rutas se hacen con herramientas diferentes, comunitarias, desacralizadoras: la Internet , la pantalla, el sonido.

¿Tendrá altura de miras el SME y la izquierda o querrá únicamente cosechar para su terreno? Si es lo segundo la victoria será una derrota más para las fuerzas progresistas. Si lo primero, ganará a largo plazo. Bello dilema.

Nuevamente Verdú: “¿Otro mundo es posible? A lo mejor, cuando menos se esperaba y por donde menos se intuía, su luz ha prendido ya”.

jamelendez44@gmail.com

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