Comentario en Radio educación 1060 AM del día miércoles 30 de septiembre 2009.
REGRESIONES
Jorge Meléndez Preciado.
En serio que el populacho, usted y yo, no entendemos nada; debemos ir a una clase excepcional con Maquiavelo, quien hace siglos escribió acerca de la política.
¿Por qué digo esto? El 2 de septiembre, el señor Felipe Calderón, señor como usted y yo, por si había alguna duda, propuso diez medidas- varias audaces y poco creíbles, aunque deseables-, acerca de lo que necesitaba la sociedad mexicana para ir a una nueva etapa. Bien, dijeron muchos. Pero los hechos, como afirman los científicos, desmienten a los dichos. Y la realidad se impuso. Por lo tanto, en lugar de cambios de fondo, hay constatación que no habrá virajes en serio en los siguientes tres años, no obstante que estemos muy abajo y sigamos cavando a pesar que la fosa se haga más profunda.
Me explico. La propuesta, aprobada, de Arturo Chávez Chávez, en la PGR, es una muestra que se puede enviar a la guerra al rechazado por la sociedad civil. Dijo el perdedor y desacreditado senador priista, Francisco Labastida, que era mejor aceptar esa designación porque en su lugar podría candidatearse a otro peor. Es decir, no importa a quien tengamos como supuesto “Abogado de la Nación”, el futuro no existe, la población no interesa, la situación será trágica, porque no hay mal que por bien no venga, como dicen el refrán.
En el fondo, entonces, es una imposición del PAN y el PRI, con la autocomplacencia, no hay que darle la vuelta, del PRD, ya que hasta el senador zacatecano, Tomás Torres, iba a votar a favor del tal Chávez pero se abstuvo.
Ello demuestra, claramente, que los políticos mexicanos se enredan en las alturas y no les importan qué diga la gente común, las ONG o las agrupaciones de madres que han sufrido la altanería y el desprecio de lo mencionado funcionario; lo importante a final de cuentas es cómo hacer que los amigos, los cuates tengan poder y dinero, no obstante sus antecedentes y su malas artes.
Pero no es el único que estamos sufriendo. Aquí las golondrinas se dan en parvada. Hay más por desgracia.
Otro señor, Juan José Suárez Coppel, fue nombrado director de Pemex. No Obstante sus pésimos antecedentes: financiero que hizo negocios con organismos privados en la empresa número uno del país, quien manejo los derivados tóxicos en grupos como Modelo y Azteca, endeudándolas; que tiene ligas con el despacho del nada confiable Diego Fernández de Cevallos y muchas cuestiones más, ahora dirigirá la joya de la corona gubernamental. O sea, que para llegar arriba, es necesario caer lo más bajo posible, regla elemental que nos legó el cínico y hoy multicitado, Carlos Salinas de Gortari.
No queda allí el asunto. Recientemente Felipe lanzó al estrellato del Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI), a las señoras: Sigrid Arts Colunga y María Elena Pérez Jaen, en lugar de Juan Pablo Guerrero y Alonso Robledo. Ellos fueron muy criticados oficialmente en su trabajo por algunas decisiones, pero elogiados al intentar que la transparencia fuera una prenda de orgullo de la nación, algo que niega en los hechos la reciente presidenta, Jacqueline Peschard.
Y es que la ex catedrática e incluso antaño consejera del IFE, hace poco votó en contra de que salieran a flote los nombres de maestros reprobados, algo elemental en cualquier república que haga evaluaciones. Mientras que Juan Pablo, hijo de la señora Lourdes Guerrero- ella valiente compañera del oficio periodístico-, señaló enfáticamente que la claridad era la mejor forma de educar para la democracia. Jacqueline cayó y obviamente desbarró.De ese talante es Sigrid.
La dama se formó en el equipo de Felipe Calderón, por lo tanto, es una persona que no tendrá como encomienda la transparencia de todas las cuestiones encargadas. Pero además, está relacionada con asuntos de seguridad nacional, así pues, su objetivo es la discreción más que la apertura de miras. Por lo tanto, parece una salvaguarda para cuando se vaya de Los Pinos el señor Calderón, quien dejará muchos esqueletos en el clóset.
La lista acerca de las nuevas propuestas de diferentes instituciones que remueven a sus funcionarios, podría continuar; no es el momento de hacer más evaluaciones. Únicamente con estas perlas damos cuenta que vivimos una situación de regresión, en lugar de modificaciones positivas y cambios. Avance que, por fortuna, notamos en diferentes países del mundo, incluido nuestro gran vecino, Estados Unidos.
¿A qué se debe que nosotros no avanzamos, algo que se muestra claramente en la reciente encuesta mundial de transparencia donde permanecemos estancados en la media tabla-lugar 60 de 120 naciones? A que la clase política, toda, incluida la más estridente, es acomodaticia, vulgar, desinteresada y ajena a las necesidades populares.
Dos ejemplos recientes: Juanito y su negociación por chambas y presupuesto y Jesús Ortega, un malabarista que van sin rumbo pero buscando que el presupuesto le sea favorable en los siguientes años. ¿Si ellos son de izquierda, en dónde quedó la ideología? La sociedad civil debe marchar nuevamente para reconstituir el país. No hay de otra.
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