PRIMERA VICTORIA ELÉCTRICA

Electricistas del SME en el zócalo de la ciudad de México al finalizar la marcha en contra de la disolución del Sindicato, el 15 de octubre de 2009. Foto: Alejandro Meléndez.

Comentario en Radio Educación, sábado 17 de octubre a las 14.30 horas



PRIMERA VICTORIA ELÉCTRICA

Jorge Meléndez Preciado

Ocurrió lo inconcebible: el SME obligó a Felipe Calderón a negociar lo que se daba por liquidado. Una manifestación como pocas, donde las cifras son muy variables, demostró que no se pueden tomar decisiones sin consultar a las bases. Algo a lo que nos tenía acostumbrado un sistema que muestra grietas por todos lados. El cual quería dar un manotazo para espantar a todo mundo.

Y vaya si logró su objetivo de atemorizar. Pero lejos de rendirse, la ciudadanía acudió indignada no en defensa de un líder, de un sindicato que tiene sus puntos negros o de 300 mil personas, a quienes se les dejaba en una situación de indefensión, sino que los marchistas entendieron que como dice el refrán: “Hoy por ti; mañana por mi”. Y es que el desempleo viene galopando sin parar. Más por las tonterías de los burócratas de alto nivel que únicamente consultan un librito pasado de moda.

Es hora, sin duda, de modificar el rumbo, buscar nuevos caminos, unir lazos incluso entre los contrarios para salir adelante. No hay de otra. Y esperamos lo entiendan bien sindicalistas y funcionarios porque estarán ante el escrutinio público. De su acuerdo deberá salir lo que realmente necesita este país.

Como en ningún otro acto, ni siquiera el desafuero a López Obrador o la llamada marcha silenciosa contra la delincuencia y sus aliados, los policías, hubo tantos jóvenes. No sólo de diferentes universidades, quienes próximamente se inconformarán ante el recorte a la educación, sino hasta chavos banda e incluso homosexuales mostrando sus banderas. Ello demuestra que esos chavos no son apáticos ni han sido domados por la embrutecedora televisión. Más bien que no se les ha entendido. Cuestión que alegra y muestra un futuro diferente.

Es hora de empezar a construir sin dogmas, sin caudillismos, sin paternidades. ¿Lo entenderán los diversos actores? Ojalá.

jamelendez44@gmail.com