Sesión del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Foto: SCJN
¿QUÉ ESPERAR DE LOS NUEVOS MINISTROS?
Jorge Meléndez Preciado
Obviamente nadie,
menos en el periodismo, se puede
asegurar qué ocurrirá con funcionarios que llegan a responsabilidades de primer
orden. Menos aún en un sitio donde la gran mayoría no tenemos un conocimiento
profundo de sus entrañas: la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). El
manejo de las leyes, como el de la economía o la medicina, por citar tres casos,
no es sencillo y en muchas ocasiones se necesita especialización para entender
lo que se discute y las medidas a tomar.
Antaño, a los
ministros los nombraba sin más el presidente de la República. Incluso uno de
ellos, de apellido Del Río, fue a representar a un mandatario azteca a
Colombia, lo cual mostraba abiertamente lo supeditado que estaba el poder
judicial al ejecutivo.
Entre las pocas cosas buenas
que hizo Ernesto Zedillo (el abusador del poder en beneficio de unos cuantos),
fue reconstituir a la Corte. Desde
entonces los que entran deben pasar no
sólo por el filtro presidencial y su comparecencia en el Senado, sino
incluso hacer algunos pronunciamientos que alerten a la opinión pública quiénes
son y qué se proponen.
Una de las
participantes en esta auscultación, la magistrada de un tribunal en Puebla,
Rosa María Temblador, luego de sorprenderse cómo llegó a esta etapa, dijo:
“considero que está cambiando nuestro país que necesariamente dos ejecutivos
tuvieron que ponerse de acuerdo para decidir algo histórico y maravilloso como
que ahora estén presentándose dos ternas”. Independientemente de su no muy
buena prosodia y de que lo considera
maravilloso debía ser un acto racional en política, los acuerdos entre
gobiernos entrante y saliente, la verdad es que hace rato se sabía que Calderón
y Peña había acordado impulsar a varios.
Al decir de algunos columnistas, los elegidos serán Alberto Gelacio
Dayán y Manuel Baráibar Constantino. Ya
veremos si los periodistas cercanos al poder y filtradores de datos, aciertan
en sus predicciones. Y de ser así habrá una manipulación contra las tres
mujeres propuestas, la mencionada Temblador, Emma Meza y Andrea Zambrana, lo
que muestra, nuevamente, un proceso amañado, sin posibilidades de airear la
vida pública.
El magistrado Pérez Dayán ha dicho respecto al
aborto que debe ser “el último reducto al que recurra una mujer en México”. Al
inquirirle si está de acuerdo que en
algunas entidades se castigue la interrupción del embarazo, se dijo respetuoso
de los estados que penalizan e insistió
que interrumpir la gestación debe ser la última salida.
Además, aseguró ser un ferviente defensor de la vida.
Las dos opiniones muestran algo: tiene una
relación estrecha con la ideología del PAN y, seguro, es uno de los candidatos
del organismo donde militan Felipe Calderón y la integrante de El Yunque,
Cecilia Romero.
Habría que decirle al jurista Pérez Dayán que las
feministas han insistido, una y otra vez, y otra vez, que las mal llamadas
abortistas y las personas que practican este tipo de operaciones, no lo hacen
ni por deporte, ni porque les dé la gana, ni por impresionar a sus amigas en
una charla de café, sino debido a muchas cuestiones, entre ellas las
violaciones que han padecido, y por lo
tanto, son responsables y valientes, ya que frecuentemente arriesgan la vida.
Insistir en eso de que “en última instancia”, es
no comprender ni a la sociedad machista que vivimos, ni a ellas, ni mucho menos
los avances a nivel mundial en este terreno, los cuales por cierto están muy
bien trazados en estados como el DF con resultados muy alentadores ya que
existen las condiciones para evitar los fallecimientos.
Don Manuel Baráibar, quien exoneró a Raúl Salinas
de Gortari, dijo que no únicamente en ese caso sino en muchos otros donde ha
tomado riesgosas decisiones, volvería a dictar los mismos fallos ya que no tuvo
dudas de su proceder.
Tiene en parte razón, ya que el asesinato de
Francisco Ruiz Massieu, atribuido al hermano de Carlos Salinas, fue un enredo
mayúsculo donde, no olvidemos, se
utilizó una vidente y se hicieron las especulaciones más absurdas en lugar de
hacer una investigación científica. Algo en lo cual por cierto, no se le imputó
ninguna responsabilidad al procurador en
turno, Alfonso Lozano Gracia, del despacho de Diego Fernández de Cevallos. Lo
que muestra la ausencia de castigo de
los funcionarios en turno cuando llevan a cabo acciones indebidas.
Al ser cuestionado por la senadora Dolores
Padierna acerca de sus vínculos con el PRI y la fortuna muy explicable de Raúl
Salinas- apodado el diez por ciento, ya que asegura cobraba dicha comisión para
que algunos empresarios hicieran negocios-, Baráibar defendió nuevamente su
decisión y dijo que “cuando resuelve en
cualquier caso no toma en cuenta la investidura de quienes participan” en el
asunto. Y así debe ser, pero eludió sus nexos con el priismo más importante en
los últimos gobiernos, incluido éste.
No se olvide que don Manuel exoneró de fraude
procesal a Onésimo Cepeda, a quien se acusa de despojar de cientos de millones
de dólares en obras de arte a una ilustre señora.
Como vemos, PAN y PRI serán los beneficiarios
entre los nuevos ministros y no la sociedad que debe tener absoluta confianza
en el máximo tribunal que imparte justicia.
Mención aparte, la jueza Emma Meza, exaltó que la
PGR tenga una fiscalía para la protección de informadores y consideró un logro
que contribuirá a la libertad de expresión. Algo que por desgracia, hasta
ahora, no ha sido así dada la indiferencia de las autoridades calderonistas,
quienes han creado varias dependencias para aumentar la burocracia, dar atole
con el dedo y gastar dinero en propaganda que nadie cree.
El relevo de Salvador Aguirre Anguiano y Guillermo Ortiz Mayagoitia no será algo que
levante el optimismo, sino un fruto de la partidocracia que se reparte todo
para mal de la nación.
jamelendez44@gmail.com
Twitter: @jamelendez44
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