Marcha del 02 de octubre de 2012. Foto: Alejandro Meléndez
LA FRÁGIL ALIANZA PRI-PAN
Jorge Meléndez Preciado
Luego del triunfo de
Enrique Peña Nieto, numerosos columnistas oficiales cantaron victoria: una vez
más la alianza PRI- PAN, tan querida desde la época de Carlos Salinas, podría
evitar que la izquierda y López Obrador llegaran al poder en 25 años más.
La realidad, siempre
tan inoportuna, demostró otra cosa: las épocas pasadas se van al desván de los
trebejos y lo nuevo se abre paso. No sólo por el estimulante #YoSoy132, tan
denostado como los activistas de 1968, sino porque Marx lo dijo
contundentemente: la historia es primero
tragedia y luego se vuelve
comedia. Y en esas estamos, no cabe duda.
El PRI aceptó las dos
iniciativas preferentes de Felipe Calderón y las quería sacar adelante, aunque
no podía echarse encima a los grupos corporativos que los habían apoyado: Elba
Esther y los sindicatos charros. Por eso nombró tanto en el Senado como en la
Cámara de Diputados a señores que utilizan el látigo y la sumisión contra los
trabajadores, los Carlos Aceves y equivalentes.
Resulta que el
panismo- calderonismo quiere volver por sus fueros. Por lo tanto, Ernesto
Cordero y hasta Javier Lozano insisten en la transparencia a los sindicatos, lo que jamás
plantearon antes. Y el PRD, que está en minoría, se alió a esas gandayas de la
política mexicana.
De repente, lo
inesperado, matan al hijo de Humberto Moreira, José Eduardo. El profesor
dilapidador, insiste: Calderón ha posibilitado la matanza de decenas de miles
de compatriotas por su negligencia, incluido mi vástago.
En síntesis, la vida te da sorpresas. Y Peña Nieto
ahora es un manojo de nervios. Y Felipe Calderón es impugnado como profesor en
Texas.
Las alianzas que nos
llevaron al neoliberalismo no volverán. Tiempos nuevos.
jamelendez44@gmail.com
twitter: @jamelendez44
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