NUEVO SAQUEO A LA ECONOMÍA
Jorge Meléndez Preciado
Ya sabemos, hace mucho
tiempo, que las predicciones económicas de los mexicanos encargados de esas
tareas, siempre fallan. El avance que
sexenalmente nos prometen termina en crisis o, cuando más, en un 2 por ciento de aumento en el PIB,
ridículo para las necesidades del país. Ahora, no obstante las cacareadas
reformas estructurales, vamos por el mismo camino no obstante que la situación de millones es complicada,
difícil, mientras unos cuantos siguen engordando sus bolsillos.
Dos cuestiones, aparte
del desempleo, la crisis agrícola, la fuga de capitales, la baja inversión
extranjera y otros problemas ocupan la atención: la caída del barril de
petróleo y la subida del dólar. Ambas, según los supuestos expertos financieros
que tenemos, son de gran volatilidad (contra lo planteado por Luis Videgaray,
quien había dicho que estaríamos exentos
de esas subidas y bajadas). Lo que en
buen romance quiere decir que es mejor rezar en lugar de pensar que se pueden remediar los
problemas quitándoles una porción a los
que más obtienen riqueza.
El precio del llamado
oro negro cayó a 56. 70 por barril, casi a la mitad que se cotizaba en junio
del año pasado: 102. 41 dólares. Pero no se preocupe, dice Videgaray, estamos
blindados. Sólo que esto evitará que lleguen los capitales prometidos, se tendrán que recortar empleos
y las inversiones para nuevos campos no
se realizarán.
Mientras que el dólar
se cotizó el 8 de diciembre a 14 pesos
con 69 centavos a la compra, su nivel más bajo desde 2009. Pero ya se toman
medidas para ofrecer 200 millones de billetes verdes diarios, no a todos, sino
a las empresas grandotas que necesitan pagar sus pasivos y hacer las
transacciones a futuro (especular). Aunque, erogaremos más por las compras de granos a Estados
Unidos- del que dependemos cada vez más, incluso hasta en el maíz-, las
patentes y mercancías que llegan de otros lados y hasta los autos y los
perfumes que son tan afines a las personas que aparecen
en las revistas donde se luce Angélica Rivera.
Las dos cuestiones,
pilares de la economía mexicana, han sido resultas hace años con dinero que
todos producimos, al cual tienen acceso únicamente la veintena
de mexicanos que están en las listas de Forbes.
Entre octubre de 2008
a marzo de 2009, vivimos una situación parecida a la actual, ya que la moneda
estadounidense se encareció. Entonces volaron de nuestras arcas cerca de 20 mil millones de
dólares que tenía el gobierno (Enrique Galván, La Jornada, 9 de diciembre).
Claro, se dijo que se
necesitaba ese sacrificio para que no se perdieran fuentes de trabajo, evitar
que la economía descendiera y hacer que la industria nacional funcionara
correctamente. Es la hora que todo sigue igual, o peor, ya que los únicos que
continúan acumulando son unos pocos y quienes pagamos el derroche fuimos millones.
Acerca de ese
episodio, recuerda Carlos Fernández Vega (La
Jornada, 9 de diciembre), quien era secretario de Hacienda, Agustín
Carstens, señaló que haría una denuncia
porque muchos especularon con las diferentes monedas. Incluso se atrevió a
señalar que daría nombres de los responsables. Es hora que no sabemos nada al respecto. Y el mencionado señor continuó en la secretaría hasta el final
del sexenio de Felipe Calderón. Después lo instalaron en el “independiente” Banco de
México.
Hace poco, el llamado Míster catarrito, quien dijo no
tendríamos problemas con la crisis de 2008, la cual trajo un bajón en la
economía de 7 por ciento, expresó: “la inseguridad y la falta del estado de
derecho afectarán las expectativas económicas y postergarán decisiones de
inversión y de consumo, lo que repercutirá sobre la economía mexicana” (La Silla Rota, 8 de diciembre).
En igual sentido se
expresó Carlos Serrano, del principal banco del país, el BBVA- Bancomer (en
manos del cártel español, Oriol Malló, dixit). El directivo agregó que el costo de los delitos para la
economía es de 240 mil millones de pesos, o sea, 1.4 por ciento del PIB. Llamó
a combatir “a la inseguridad, a la informalidad y a la impunidad” y a
“fortalecer el estado de derecho” (La
Jornada, 9 de diciembre).
Pero vemos que el caso de la guardería ABC, el de Tlatlaya,
el de Ayotzinapa- que ya no debe tratarse, según Peña Nieto-, el de los 23 mil
desaparecidos y varios más, no tienen respuestas oficiales. No se diga en los homicidios dolosos y la corrupción
policiaca y de los jueces. ¿Entonces?
A fin de cuentas en
esta como en todas las crisis los que ganarán son quienes están organizados y asociados al gobierno para
sacar ventajas indebidas: los financieros. Como anota en una entrevista Roberto
Saviano con José Luis Pardo: la gran impunidad hoy es el lavado de dinero (los
bancos como puente fundamental) y la conexión más importante entre México y
Estados Unidos es el flujo de cocaína (El
Universal, 9 de diciembre).
Nueva crisis y otro
saqueo a los mexicanos.
@jamelendez44
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