BOTICA
R203
Jorge Meléndez Preciado
Publicado en el periódico El Financiero, del 19 de marzo de 2013.
En recuerdo de Esperanza
Jiménez y saludo a Julio Pomar
Polémica
Afortunadamente han
salido las voces críticas acerca de la reforma en telecomunicaciones, ya que no
es un sueño ni la panacea como algunos dicen. Menos aún que se trate de la
primera discusión pública, aunque los chavos de #YoSoy132 la hicieron visible,
pues no hay que olvidar las disputas con
Televisa en los sexenios de José López Portillo y Miguel de la Madrid, cuyos
cuarenta tomos nos contemplan. Hay un avance en la reforma, ni duda cabe, pero está diseñada
básicamente para que la OCDE y el capital extranjero vengan a emprender las
nueva-viejas formas de hacer televisión e incursionar en la telefonía e
internet. De otra manera, no se entienden varias señales: el aplauso de medios
internacionales a Enrique Peña Nieto, la presurosa calificación de la
descalificada Standar and Poors , la posible alianza de Carlos Slim con Rupert
Murdoch (Reporte Índigo, dixit) para
hacer travesuras en México, la aceptación de Carlos Slim y Emilio Azcárraga
Tercero a esas medidas, la aprobación de la OCDE (esta insiste que se puede crecer económicamente abriendo las puertas a
nuevas tecnologías) y el regocijo de
quienes antes votaron por la Ley
Televisa. Si a ello le agregamos que la inversión extranjera será en algunos
casos del 100 por ciento, algo que no permiten ni en Estados Unidos, ya que
allá no aceptan más del 25 por ciento (verdad Televisa) y que habrá
asociaciones entre periódicos, teles y telefónicas, impedidas en muchos
lugares, ya sabemos para quién se hizo la iniciativa la cual tiene ventajas para los que menos tienen
lana, pero no olvidar que los apellidos Macisse, Vázquez Raña y otros estarán entre los beneficiarios. No se trata
de impedir el desarrollo, sino entender
lo que pasa y advertir los peligros. Hay un neosalinismo real. Las iniciativas
ciudadanas serán lo mejor.
Bien
Las víctimas de Atenco, que luchan por no cerrar
este trágico acontecimiento, rechazaron las disculpas que fue a ofrecer a nombre del
gobierno federal la subsecretaria de Gobernación, Lía Limón. Y es que resulta
infantil decir “ahí muere” a un asunto que incluso Enrique Peña Nieto presumió
como una acción de Estado. Que hubo mujeres violadas, golpeadas, humilladas
nadie lo duda. Por lo tanto, no es posible decir luego de casi siete años que
todos se vayan muy tranquilos a sus hogares. Las muchachas que sufrieron mil y
un horrores, incluso la cerrazón y la burla gubernamental, hacen bien en pedir
una reparación del daño, no para embolsarse nada, sino para demostrar, más que
nunca, que la autoridad no puede burlar la ley que dice acatar. El asunto continuará pero debe quedar claro:
apoyamos a las víctimas.
Contra la impunidad
Artículo 19 hizo un acto importante, en voz de
diferentes periodistas, para dar a conocer que los reporteros muertos hace
muchos años no han recibido justicia. Se pone el acento en los últimos doce
años y actualmente, pero no se olvide que existen varios casos que nunca llegaron a aclararse, incluso en el homicidio de Manuel Buendía no hay certeza
que Zorrilla Pérez haya sido el único responsable. Juntar cientos de miles de
firmas con el fin de que las autoridades
investiguen expedientes y castiguen a
los responsables es una acción urgente.
Se desmorona
Rafael Moreno Valle, luego del encarcelamiento de
Elba Esther, no ve la suya. Se le cayó un puente muy importante, varios intelectuales
se oponen al teleférico (obra suntuosa e inútil) que insiste en construir, su Metrobús
es un engaño gigantesco y la lista sigue.
Varias
Felicidades a Sergio Pitol por sus 80 años y a
Gerardo de la Torre, a quien le preparan sus obras completas, por su diablo. Reapareció, afortunadamente, la
revista Emeequis, que dirige Ignacio
Rodríguez Reyna, galardonada en varias ocasiones con premios nacionales e internacionales; en su
reciente número, el 297, encontramos materiales de primera. “Las plumas de la
serpiente- dice Mardonio Carballo- somos todos”…decir todos en México equivale
a lanzar un reto de vernos como somos, un mosaico cultural encubierto por una
pretendida uniformidad hegemónica” afirma Alfredo López Austin en la contraportada de: Las plumas de la serpiente del citado
Mardonio, prologo de Carmen Aristegui (Amoch); excepcional.