Publicada en el periódico El Financiero
Jorge Meléndez Preciado
Lecciones de las redes
Los poderosos no aprenden. Ni lo harán en largo tiempo. Ven los deterioros en casi todas partes y siguen con esquemas tradicionales, excluyentes, pensado únicamente en su beneficio. Lo apuntó desde 1996 Viviane Forrester (El horror económico, FCE), a propósito de las revueltas en Francia. Un joven le pregunta a otro: “¿Cómo te ves dentro de diez años?”. Respuesta: “Ni siquiera me veo el próximo fin de semana”. Catorce años después los que se reúnen en Davos pronuncian huecos discursos mientras las rebeliones por el mundo van en aumento. Las dos más recientes: Túnez y Egipto- que serán preludio de varias en esa zona de faraones y dictadores- muestran que ni Francia ni Estados Unidos saben qué hacer. En el caso de los gringos, no obstante sus múltiples servicios informativos, no tienen los datos y los análisis precisos (Wikileaks los desnudó). Mientras que la calle, el teléfono y la computadora portátil influyen más que la inmensa propaganda televisiva y periodística controlada por los grillos. ¿A dónde vamos? Nadie lo sabe. Pero lo constatable es que los jóvenes y muchos ya mayores se dan cuenta que no hay futuro, ni siquiera en unos cuantos días. ¿Por qué entonces no levantarse y pelear rezando contra tanques? Claro, hay algunos medios como Al Jazzera que se la juegan, lo mismo que periodistas agredidos y atacados por los matones a sueldo; las excepciones de siempre. Pero lo importante ahora, en serio, es que hay una degradación de quienes antes impartían lecciones de democracia y han resultado unos vivales peor que los autócratas del pasado. En México también hace aire. Cada vez hartan más todos los que tienen sueldos estratosféricos y manejan los tres poderes que ya nada simbolizan (ejecutivo, legislativo y judicial). A lo mejor viene el remolino y nos alevanta, parafraseando a Juan Rulfo. Mientras tanto, dinero por montones, espacios amplios para decir lo mismo e inutilidad para cambiar un sistema que está hecho girones es lo actual. Pero que nadie cante victoria.
Conmoción
La salida de Carmen Aristegui de MVS ha traído algunas notas y comentarios pero una avalancha de protestas del auditorio. En Los Pinos dijeron que no tienen nada que ver con el asunto. La familia Vargas, a quien no le han ratificado su concesión en radio y televisión, alegó sin precisar que la conductora difundió rumores. Ella dará una explicación acerca de este acontecimiento, que muchos afirman es censura, la segunda luego de su marcha de XEW Radio (enero de 2008). Todo a raíz de una manta que exhibieron en San Lázaro: Gerardo Fernández Noroña, Jaime Cárdenas, Mario de Constanzo y otros señalando a Felipe Calderón como aficionado a la bebida; acusación que incluso censuró Andrés Manuel López Obrador. Cada quien su adicción, recordando a Luis G. Basurto. Habrá turbulencia mediática.
Contradictorio
Mientras Pemex sanciona a varios empleados que hicieron negocios ilícitos con empresas privadas, la jueza Yassmín Alonso Tolamatl condenó a los reporteros de Contralínea: Miguel Badillo, Ana Lilia Pérez, Nancy Flores y David Manrique (Fortuna). ¿Qué harán ahora quienes deben revisar la sentencia? Si avalan a la funcionaria- otra perla de lo mal que está la justicia- , estarán contradiciendo a la paraestatal. Un dilema que mostrará la corrupción en muchas esferas. Aunque también será un nuevo ataque a la libertad de expresión.
Sin crédito
La CFE insiste en presumir sus logros. En donde habito, Coyoacán, han cambiado transformadores, cableado, postes de luz y muchas otras cuestiones. La luz, sin embargo, se va una y otra vez; en ocasiones unos minutos, en otras por horas. Pero eso sí, el nuevo recibo me llegó por el triple de lo que pagué el año pasado en un lapso similar. Las agencias para reclamar son cada vez más lejanas, escasas y las colas interminables. Dicen que saldrá el director Elías Ayub, un “genio” para muchos. Aseguro que su relevo no solucionará nada.
Dos
Pasado, presente y futuro de los partidos políticos en México de Hugo Sánchez Gudiño- el verdadero goleador-y Gonzalo Farrera Bravo (UNAM) es una colección de ensayos, 14 especialista en diversos asuntos que, ojalá, lean los dirigentes de organismos que van a elecciones únicamente para gastar e imponer candidatos; destacan los de John Ackerman, Lorenzo Córdova y el propio Hugo. El corazón es un gitano de Rafael Pérez Gay (Planeta) resulta una obra deliciosa en la cual nos vemos retratados cuando sufrimos cortes de energía, robos, el tráfico, los trámites fiscales y otros padecimientos de las metrópolis; la prosa es juguetona, precisa y muy correcta; recomendable en serio.
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